Excursiones por el Valle Central y Tierras Altas
En el Valle Central de Costa Rica, encontramos lugares tan auténticos como el Valle de Orosi, Cachi, Cartago, el Parque Nacional Chirripó, Parque Nacional Volcán Irazú, Jardines Botánticos de Lankester, San Gerardo de Dota y Turrialba con el Parque Nacional Volcán Turrialba
El Valle Central, que rodea a la ciudad de San José, es una base perfecta para explorar lugares asombrosos y disfrutar de actividades ligadas a la naturaleza como visitas a las plantaciones de café de las verdes Tierras Altas o excursiones de un día para recorrer los volcanes y la selva tropical.
Es la región en la que se encuentra el aeropuerto Juan Santamaría, así que lo habitual es dedicarle los primeros o los últimos días del viaje. ¿Quieres algunas ideas de las buenas? Apunta:
EL VOLCÁN POÁS
Sobre la Cordillera Volcánica Central, 37 kilómetros al norte de Alajuela, está el volcán Poás, uno de los más espectaculares del país y visita casi obligada en Costa Rica. Su entorno es de enorme belleza y variedad, y alternas áreas de vegetación escasa con el siempre exuberante bosque nuboso.
De la actividad del volcán ya dejó constancia escrita el español Juan Gemir en 1747, y en su largo historial de erupciones sobresale la de 1910, cuando una inmensa nube de ceniza se elevó hasta los 8000 metros. El último período eruptivo, con emisión de ceniza y piedras incandescentes acompañadas de ruidos subterráneos, tuvo lugar entre 1952 y 1954.
El sendero que conduce al Poás es uno de los tramos mejor cuidados del país, lo que permite disfrutar del impresionante paisaje a personas de cualquier edad. Desde la entrada al parque parte un camino que en diez minutos nos lleva al mirador de los cráteres, donde las nubes envuelven al viajero en una atmósfera bucólica. Desde allí, atravesando un sendero de bosque nuboso que tardaremos una media hora en recorrer, llegamos a la Laguna de Botos, formada por un antiguo cráter a 2708 metros de altitud.
Otra posibilidad es adentrarnos en el sendero Escalonia, cuyos 530 metros por el majestuoso corazón del bosque se pueden recorrer en unos veinte minutos. Pero, ¿quién tiene prisa en un sitio así?
CATARATA LA PAZ
Es una buena opción para combinar con la visita al Volcán Poás.
En La Paz Waterfall Gardens no faltan atractivos para dejar al viajero con la boca abierta: cinco cataratas y más de una veintena de especies de colibríes nos esperan en este maravilloso paraje recorrido por una red de senderos y miradores. El lugar, que cuenta también con el mayor mariposario de Centroamérica, está al norte de San José, en el camino a Sarapiquí.
La mayor de las cataratas tiene 37 metros de caída, pero todas ellas ofrecen un imponente aspecto. El complejo está, además, al cuidado de más de treinta felinos silvestres de Costa Rica con el objetivo de preservar su información genética y poder liberar a su descendencia en zonas convenientemente protegidas.
Si quieres darte el lujo de despertar en medio de esta naturaleza salvaje, el Peace Lodge es uno de esos sitios con los que todo el mundo suele soñar. Incluso ha sido presentado como uno de los lugares más románticos del mundo para pasar una luna de miel.
EXCURSIÓN PARA CONOCER LA CULTURA DEL CAFÉ EN COSTA RICA
Durante casi dos siglos, el café fue la principal fuente de ingresos de los costarricenses. La vida y la identidad del país están fuertemente unidas a la antigua tradición de mimar cada detalle de la producción cafetera, desde la selección de las semillas hasta la forma de servirlo en la mesa. El café de Costa Rica es reconocido mundialmente y una visita a Finca Rosa Blanca te sumergirá en una parte esencial de la cultura tica.
La plantación está a media hora del aeropuerto, y en ella, ayudado por un guía experto, podrás conocer cada paso del proceso hasta la degustación final.
Finca Rosa Blanca funciona también como alojamiento, alejado del bullicio de San José y con muy buenas vistas del Valle Central.
El tour de Café de Doka, se trata de un recorrido educativo y dinámico que incluye la entrada a las instalaciones, un cóctel de bienvenida (café frío), degustación de los diferentes tipos de tostado, un tour completamente guiado y también tiene la posibilidad de visitar el jardín de bonsái, el huerto hidropónico y el mariposario.
CARTAGO, VALLE DE OROSÍ, EL VOLCÁN IRAZÚ Y EL JARDÍN BOTÁNICO LANKESTER
No todo lo que vale la pena en el Valle Central es naturaleza. La historia humana de la región ha dejado huellas como la iglesia de San José Orosi, de 1734, y la ciudad de Cartago, que fue fundada en 1563 y arrasada por una erupción del Irazú un siglo y medio más tarde. Cartago ostentó la condición de capital de la nación hasta 1823 y es, además, lugar de peregrinación por acoger a la Virgen Negra, o La Negrita, en la Basílica de Nuestra Señora de los Ángeles.
A poco más de 30 kilómetros de Cartago está el volcán Irazú, el más alto de Costa Rica. Dicen que en un día claro es posible ver los dos océanos desde su cima. En cualquier caso, vale la pena acercarse al parque nacional, sea en coche o en un entretenido viaje en autobús desde San José. Su mayor atracción, aparte de las increíbles vistas, es la subida al cráter Diego de la Haya, en cuyo centro hay un extraordinario lago verde de unos 300 metros de profundidad. Recuerda que incluso en verano hace frío a esas alturas, así que mejor si no se te ocurre subir en camiseta.
En la falda del volcán, y formando parte del parque nacional, se extiende el llamado sector Prusia: un bosque con multitud de especies y 16 kilómetros de senderos que recorrer entre vegetación, aves y mariposas.
Será un trayecto de alrededor de 1.5h desde San Jose.
Es una visita que se puede combinar perfectamente con el recorrido de los Jardines de Lankester. La historia del Jardín Botánico Lankester se remonta a la década de 1940 cuando el naturalista británico Charles H. Lankester se interesó en el cultivo y estudio de las plantas epífitas de Costa Rica. Como botánico aficionado colaboró con los más destacados orquideólogos de la época y dedicó su vida a la creación de un jardín privado en su finca. Después de su muerte la importancia de preservar su jardín fue evidente.
El Jardín Botánico Lankester está localizado en el distrito de Paraíso en el municipio de Cartago, en la provincia de San José, Costa Rica. Posee una extensión de casi 11 ha., y en el mismo se cultivan más de 3000 especies de plantas, es el hogar de muchas especies de aves, mariposas y otros animales pequeños. Entre la colección de Jardín se encuentran: palmas, bambúes, heliconias, zamias, plantas medicinales, bosque secundario, orquídeas, bromeliáceas y cactos.
RUTA CULTURAL POR GRECIA Y SARCHI
A aproximadamente 1h de San Jose se pueden realizar visitas culturales como una excursión para conocer la cultura tica a través de pueblos como Grecia o Sarchí.
Se trata de pueblos dedicados a la agricultura de café y caña de azúcar además de textiles. Por ejemplo Grecia fue fundado en 1838 y es considerado uno de los más limpios de latinoamericana. Se puede visitar una curiosa iglesia metálica única en el país, de arquitectura neogótica importada de Europa en la última década del siglo XIX. El Pueblo de Sarchí, por otro lado, es considerado la cuna de la artesanía en Costa Rica. Se puede visitar una especie de museo – fábrica de carretas típicas de Costa Rica, principal medio de transporte de Costa Rica en el siglo XIX y parte del siglo XX, y considerada símbolo nacional.
EL VOLCÁN TURRIALBA Y GUAYABO
El activo volcán Turrialba libera permanentemente humo y ceniza, lo que llevó a los colonizadores españoles a bautizarlo como Torre Alba. Es el volcán más alto del país después del Irazú y, al igual que ocurre en este, las vistas panorámicas desde la cima son soberbias. Sus tres cráteres tienen fácil acceso cuando el parque está abierto.
El Turrialba Lodge es una de las mejores opciones si buscas alojamiento próximo al volcán. Con hermosas vistas y cómodas habitaciones, está situado en un área de enorme belleza y poco explotado. Rutas América organiza sus recorridos por la zona en colaboración con los responsables del alojamiento, que dispone de guías experimentados. Las rutas te llevarán por sorprendentes piscinas termales y fumarolas, pero nuestra debilidad es el paseo a caballo por los viejos flujos de lava de Turrialba.
A unos 20 kilómetros se extiende el Monumento Nacional Arqueológico Guayabo, el yacimiento de mayor tamaño e importancia de Costa Rica. Se trata de una compleja estructura arquitectónica precolombina que, según los arqueólogos, pudo estar ocupada durante el largo período que va del año 1000 a. de C. al 1400 de nuestra era. El monumento ha sido designado Patrimonio Mundial de la Ingeniería Civil por el logro técnico que constituye y que revela la capacidad y el conocimiento de sus constructores. Resulta especialmente impresionante el sistema de acueductos, que pudo abastecer a más de 10.000 personas en la época de mayor esplendor de la población.
SAN GERARDO DE DOTA: EL HOGAR DEL QUETZAL
Las frías montañas de la cordillera de Talamanca forman el valle de San Gerardo de Dota, uno de los tesoros menos conocidos de Costa Rica. Sin embargo, cada vez son más los viajeros y observadores de aves que se acercan aquí a contemplar al radiante quetzal.
La comunidad de San Gerardo está próxima al río Savegre, en una zona abundante en bosque nuboso que es refugio de gran variedad de insectos y aves. El río resulta un lugar magnífico para la pesca y el pueblo es un punto ideal de acceso al Parque Nacional los Quetzales, situado a 9 kilómetros. También forma parte de la reserva Los Santos, que cobija una rica vida silvestre.
El legendario quetzal, uno de los pájaros más hermosos que existen, anida en el bosque de la región. Es el ave que todo viajero desea ver, y aunque aquí es posible localizarlo la mayor parte del año, los meses de abril y mayo son seguramente los más propicios para ello. Los amantes de las aves podrán avistar también colibríes y pájaros carpinteros, entre otras especies.
EL PARQUE NACIONAL BRAULIO CARRILLO
Unos 40 kilómetros al noroeste de San José se extiende este enorme parque, que lleva el nombre del tercer presidente electo de Costa Rica y es resultado de un acuerdo entre conservacionistas y partidarios del desarrollo. La carretera entre San José y Puerto Limón solo podía pasar por esta zona, pero para su construcción, en los años setenta del siglo pasado, se adquirió el compromiso de no alterar en nada más el espeso bosque virgen.
El viaje desde San José se puede hacer algo incómodo, pero la recompensa es llegar a una verdadera selva tropical, la misma que no hace tanto tiempo cubría casi todo el país. El punto más alto del parque es el Volcán Brava, que se extiende por 2906 metros sobre el nivel del mar. El punto más bajo en el parque se encuentra en las tierras bajas del Caribe, a unos 36 metros.
Desde la estación de Quebrada González hay acceso a tres senderos. La elección dependerá del tiempo del que dispongas; si no es mucho, el sendero de las Palmas o el de Ceibo son la mejor opción: ninguno llega a los dos kilómetros y son de baja dificultad. Si tienes algo más de margen puedes recorrer el Botarrama. Sus dos kilómetros y medio incluyen desniveles pronunciados y algunas zonas resbaladizas, pero la experiencia vale la pena. Los tres caminos te sumergirán en el intenso verde de esta zona lluviosa de la vertiente del Caribe, y caminarás rodeado de vida salvaje, entre cientos de especies de aves, helechos, orquídeas y enormes árboles. Eso sí: no olvides el chubasquero y las botas.
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