¿Es conveniente realizar tours por tu cuenta en Costa Rica?
Una reflexión desde la experiencia
En mi afán por ser pionero, por llegar primero y luego compartir mis hallazgos, me enfrenté a situaciones que me hicieron replantear la idea de aventurarme solo en ciertos lugares. Compartiré dos anécdotas significativas, resguardando los nombres específicos de los lugares para evitar influencias indeseadas.
La primera experiencia me llevó a explorar dos cataratas ocultas en la bahía de Drake, acompañado inicialmente por un local. La primera catarata, accesible y hermosa, no presentó mayores desafíos. Sin embargo, la segunda visita se convirtió en un desafío solitario, ya que mi compañero tuvo que ausentarse. El trayecto, sin un camino definido y navegando a través de un río de baja profundidad, se complicó por la presencia potencial de serpientes terciopelo, temidas por los locales. A pesar de la belleza inigualable de la catarata y su poza profunda, el regreso estuvo marcado por el encuentro cercano con un jaguar, un momento de tensión y miedo que recalca la importancia de la precaución.
La segunda anécdota ocurrió durante una expedición con amigos a otra área recóndita, que concluyó sin incidentes hasta descubrir, a posteriori, la cercanía peligrosa de una serpiente terciopelo durante nuestro recorrido. Este encuentro subraya la importancia de la vigilancia y el conocimiento del entorno.
Estas experiencias me llevan a una conclusión importante: aunque la autonomía en los viajes puede ser gratificante, en entornos desconocidos y potencialmente peligrosos, la presencia de un guía local no es solo recomendable, sino esencial. Imaginemos las consecuencias de un encuentro desafortunado con la fauna local sin la asistencia adecuada. Un guía no solo asegura nuestra seguridad mediante el conocimiento del terreno y sus riesgos sino que también enriquece la experiencia con su sabiduría local.
Por tanto, mi consejo, nacido de estas vivencias y ahora firmemente integrado en mi práctica de viaje, es optar siempre por la guía de expertos en aquellos destinos que presenten riesgos naturales significativos. Este enfoque no disminuye la aventura, sino que la enriquece, asegurando que nuestras experiencias sean memorables por las razones correctas.
Costa Rica es, indudablemente, un país que merece ser explorado, lleno de bellezas naturales y aventuras inolvidables. Sin embargo, la prudencia y la preparación son claves. Aventurarse con conocimiento y acompañamiento adecuado no solo garantiza nuestra seguridad sino que también respeta la integridad de los ecosistemas que visitamos.
En Rutas Costa Rica, estamos comprometidos con promover un turismo responsable y enriquecedor. Nuestro consejo: explore, descubra, admire, pero siempre bajo la guía de quienes conocen y respetan profundamente la naturaleza de este paraíso terrenal. La aventura espera, pero debe abordarse con respeto y precaución.
AUTOR: Jon Calzada, CEO de Rutas Costa Rica